top of page

7 cosas que no necesitas para ser feliz

  • Alejandro Lopez
  • 9 jul 2016
  • 4 Min. de lectura

Cuando se alude al término felicidad, comúnmente vienen a la mente las caricaturas y fantasías más grotescas que la sociedad implanta en el imaginario colectivo: una relación de fantasía con la persona perfecta, el mejor trabajo del mundo, que sea muy bien pagado y una vida llena de felicidad, tiempo libre y placeres. Desgraciadamente, la noción contemporánea de felicidad no corresponde a la realidad. Es imposible mantener todo el tiempo una vida llena de alegría, donde no hay espacio para los sinsabores y las tristezas. Los príncipes encantadores y las cortesanas están bien para las historias de fantasía, pero en la realidad todas las relaciones se construyen diariamente sobre la base de amor y confianza mutua, en un plano en el que nadie es perfecto y la norma es el error: para aprender a andar, se requiere caer cuantas veces sea necesario. El primer paso para alcanzar la verdadera felicidad es desprenderse de todas esas concepciones que crean un ideal inexistente, que sólo llena de frustración y desencanto a quienes crecen y mantienen un idealismo miope que niega todas las tonalidades de la vida. Despréndete de todos los complejos de la sociedad decadente y aprende a ser feliz sin importar lo que indiquen las convenciones sociales en turno. Estas son siete cosas que por más que estén implantadas en el ideal de realización personal, no son necesarias para ser feliz:

Una pareja

En el imaginario colectivo siempre está latente la figura de una relación de pareja para estar completo y poder experimentar la más plena felicidad: nada más falso. En la realidad, el amor tiene un sinfín de formas y manifestaciones que no se concentran únicamente en el ideal de una persona especial. Si no tienes pareja, puedes ser igualmente feliz que cualquier otra persona. No necesitas de nadie para buscar tu felicidad porque estás completo.

Una vida sin errores

Las únicas personas que no cometen errores son aquellas que no se atreven a cruzar más allá de la puerta de su habitación. El error es un proceso natural que conlleva aprendizaje y lecciones que pueden ser muy duras, pero que al final habrán valido la pena. Equivócate una y otra vez, falla hasta conseguir lo que deseas y descubrirás que la felicidad no es el ideal de personas perfectas, sino la realidad de seres que cometen errores y que aprenden todo el tiempo sobre ellos.

La aprobación de los demás

Nadie necesita el reconocimiento del grueso de la sociedad para ser completamente feliz. Si a un grupo de personas o alguien en específico no le parece tu forma de ser, tus pensamientos y acciones o tu manera de ver el mundo, no le tomes mayor importancia. Mientras mantengas una dinámica sana en la que no perjudiques a los demás y lleves un equilibrio en cada aspecto de tu vida, no necesitas complacer a nadie más que a tu propia voluntad.

Ser millonario

La felicidad no está en los bienes materiales. Haz a un lado el pensamiento consumista que inconscientemente caracteriza a la felicidad en la realización de acciones como ir de compras y adquirir objetos que no son del todo útiles ni necesarios. Si bien el dinero representa la capacidad de poseer, la felicidad, la plenitud y el amor son estados de ánimo que no dependen de la capacidad de amasar fortunas.

Controlar todo

Intentar poner en orden todas las cosas que se te presentan y cuya dinámica no está a tu alcance solamente produce frustración. Si puedes hacer algo para transformar un aspecto de tu realidad concreta, hazlo sin dudar, pero no vivas con la noción de que las cosas que están fuera de tu control, están mal. Las acciones de los demás, los tiempos y formas no se pueden planificar en la mayoría de los casos. A veces, el mejor plan viene de la improvisación.

Una vida sin estrés

El estrés no es una reacción del todo mala: activa al organismo para actuar en circunstancias complicadas, agudiza los sentidos y mantiene un estado permanente de alerta sobre lo que te rodea. Aprende a hacer a un lado el estrés de tu vida cotidiana y toma las cosas en su justa medida. Un problema de trabajo no puede ser el fin de tu felicidad ni tiene la capacidad de afectar el entorno que compartes con tus seres queridos.

No pasar por momentos difíciles

La idea general sugiere que las personas son más felices mientras menos dificultades enfrenten en su vida, cuando realmente se trata de lo contrario. Por más que lo quieras evitar, en algún momento vendrán tiempos difíciles, momentos de apremio y situaciones amargas que pondrán a prueba tu capacidad para sortear las vicisitudes de la vida. Sin tu plena conciencia de los momentos complicados, no tendrías la capacidad de valorar los buenos tiempos y la felicidad real, aun cuando se plantara frente a ti el resto de tu vida.

En realidad, la clave de la felicidad está en comprender que todos los sinsabores que se presentan son tan propios de la vida misma como las alegrías y las emociones positivas. El concepto moderno de felicidad incorruptible no es real y sólo existe en la fantasía, en la idea obtusa de que es necesario estar todo el tiempo feliz.


La felicidad es contemplada como un estado ideal, un sitio prometido al que hay que llegar después de mucho esfuerzo; sin embargo, la verdadera felicidad es aquella que se esconde en los pequeños momentos que parecen banales con las personas que amas mientras tratas de recorrer el largo camino que tiene como punto final ser feliz, al cual llamamos vida.

コメント


  • Wix Facebook page
  • Wix Twitter page
bottom of page